El Carlino es un perro jovial y juguetón, de cara arrugada, nariz corta y morro chato, de cuerpo pequeño pero robusto y con la cola rizada. Un pequeño encantador, de naturaleza muy noble, alegre y enérgica. Además, tiene una gran personalidad y un temperamento equilibrado, que lo hacen ideal tanto para los que quieren un perro compacto pero un compañero atento y activo, como para familias con niños.
El Carlino pertenece al grupo IX – Perros de compañía
Características físicas:
Características | Descripción |
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Cuerpo | Compacto, cuadrado, equilibrado y musculoso. |
Cabeza | Grande, con arrugas, de hocico corto y con una máscara oscura. |
Pelo | Doble manto denso de pelo liso, suave y corto. De color plata, albaricoque, leonado o negro. |
Altura | 30 – 35 cm |
Peso | 5 – 13 kg |
Esperanza de vida | 13 – 15 años |
Características psíquicas:
Características | Descripción |
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Afección | Alta (Con una correcta socialización) |
Amigabilidad | Alta (Con una correcta socialización) |
Amigo de los niños | Alta (Con una correcta socialización) |
Amigo de otros animales | Alta (Con una correcta socialización) |
Necesidad de ejercicio | Medio |
Jovialidad | Medio |
Nivel de energía | Medio |
Adiestrabilidad | Baja |
Inteligencia | Baja |
Tendencia a ladrar | Baja |
Pérdida de pelo | Alta |
Historia del Carlino
El Carlino es una de las razas de perros más antiguas que se conoce, con una historia que se remonta, al menos, al 400 a.C. El debate sobre sus orígenes es largo. Algunos sostienen que procede de China, por su gran parecido con el Pequinés. Otros, que se trata de variedades reducidas de perros descendidos del Bulldog o de los Mastines, del grupo II de la FCI.
Los Carlinos fueron alguna vez la compañía de los monjes budistas en Tibet, cosa que explicaría mucho de su carácter tan afable y amoroso.
Realeza Europea
Su popularidad entre la realeza europea creció enormemente entre los siglos XVI y XVII, importados por los reyes Guillermo II y María II desde los Países Bajos, cuando los Oranje se hicieron con la corona inglesa. Aparece incluso en pinturas de Goya, y hasta Josephine, la mujer de Napoleón Bonaparte, tuvo uno, famoso por llevarle mensajes durante su tiempo en el presidio.
La reina Victoria tuvo Carlinos, y también sus descendientes, los reyes Jorge V y Eduardo III.
Una nueva horda de Carlinos llegaría a Inglaterra cuando los ingleses sometieron el Palacio Imperial Chino en 1860, y es la que se cree que contribuyó a acortar más sus patas y a darles el morro con el que son conocidos hoy.
El Carlino sería reconocido por el American Kennel Club en 1885, y sorprendentemente la FCI no lo haría hasta 1966. Pero desde entonces, su popularidad no ha dejado de crecer.
Cuidado
El Carlino tiene una capa de pelo suave y corto con tendencia a pelechar. El aseo rutinario es la mejor manera de mantenerlo bajo control, y con un cepillado por semana debería bastar. Más atención necesitarán los pliegues faciales (arrugas), que se debe limpiar con frecuencia para que no se acumule suciedad o restos de comida y así evitar infecciones. Un trapo o esponja húmeda, o una toallita de bebé servirán. Se recomienda también que los baños sean frecuentes si tienen alergias o cualquier problema cutáneo. Porque, de hecho, son propensos a ellos.
Caracter
Los Carlinos son perros muy alegres que responden muy bien al adiestramiento canino (especialmente porque tienen especial debilidad por la comida). Y eso hay que aprovecharlo desde su más tierna juventud, al menos para que aprendan las órdenes básicas. Porque también tienen un lado muy tozudo.
Un Carlino poco educado o mal adiestrado puede poner problemas para cuestiones cotidianas como cortarle las uñas o para obedecer con distracciones o ante cosas que lo motiven más.
Por su tamaño y su peso, sus uñas no se desgastarán naturalmente. Es importante revisarlas con frecuencia y recortarlas para asegurar su comodidad y evitar lesiones e infecciones.
Dientes
Lo mismo deberás hacer con sus dientes. Es una raza con tendencia al apiñamiento dental, y no tener eso en cuenta puede llevar a problemas dentales más serios. Lo mejor es acostumbrarlo a la higiene dental regular, y llevarlo a tu veterinario de confianza para que tenga una limpieza dental al año.
Ejercicio
Pese a lo que se podría pensar por su aspecto, los Carlinos necesitan un ejercicio moderado para quemar energía. Añadir un poco de juego a los paseos puede dárselo, aunque deberás evitarlo en verano, al menos en las horas más calurosas del día. El corto morro de los Carlinos hace que no toleren bien el calor, y no puedan regular su temperatura jadeando.
De hecho, son propensos al cansancio y a los golpes de calor, incluso cuando no hay temperaturas extremas. Nunca dejes a un Carlino (o a ningún otro perro) solo en un coche, ni siquiera en invierno.
Ladridos
Aunque no tiene fama de perros ladradores, sí que te sorprenderás con una serie de ruidos propios de los Carlinos: ronquidos, gruñidos y hasta estornudos inversos.
Social
Su largo historial como animal de compañía ha contribuido a hacerlo un perro sociable y amistoso con todo el mundo, pero aún así, es muy importante darle una socialización integral para que se familiarice bien con cuantos más perros y personas, mejor. De esa manera ganará confianza y seguridad en si mismo, y tenderá menos a desarrollar timidez, miedo o agresividad.
Los Carlinos son una gran opción para familias con niños: los adoran. Son lo suficientemente pequeños para jugar con ellos, pero no son tan delicados como para sentirse agredidos o ser lesionados ante el trato un poco brusco y accidentado de los niños. Sin embargo, lo aconsejable es jamás dejarlos juntos de forma no supervisada.
Problemas de salud y enfermedades
Alergias y problemas de piel
Síndrome braquicefálico: anormalidad respiratoria hereditaria, causada por una obstrucción del flujo de aire en perros braquicéfalos.
Entropión. Enfermedad hereditaria por la que los párpados se doblan hacia el interior
Úlceras en la córnea
Meningoencefalitis necrotizante: Inflamación congénita y progresiva del sistema nervioso central, que provoca desorientación, inestabilidad, convulsiones, ceguera, problemas para la marcha, y la muerte.