Mastín Napolitano

Pese a su intimidante tamaño, el Mastín napolitano es una raza de gigantes amables y de excelente compañía para el hogar. Son incondicionales y muy cariñosos con su familia, aunque desconfían de los extraños, cosa que hace muy importante adiestrarlos y socializarlos correctamente.

Aunque son perros tranquilos y despreocupados, tienen una naturaleza protectora y no tienen miedo a nada, una actitud que los hace ideales para la protección de casas.

El Mastín napolitano pertenece al Grupo II – Perros tipo Pinscher y Schnauzer – Molosoides – Perros tipo montaña y Boyeros suizos.

 

Características físicas:

 

Características Descripción
Cuerpo Grande, pesado y musculoso
Cabeza Corta, ancha y masiva, con arrugas y pliegues
Pelo Corto y duro, de doble manto, de color negro, azul, caoba y leonado. También pueden tener un patrón atigrado en su capa inferior
Altura 60 – 75 cm
Peso 50 – 70 kg
Esperanza de vida 7 – 9 años

Características psíquicas:

 

Características Descripción
Afección Alta (Con una correcta socialización)
Amigabilidad Media (Mejorable con una correcta socialización)
Amigo de los niños Alta (Con una correcta socialización)
Amigo de otros animales Media (Mejorable con una correcta socialización)
Necesidad de ejercicio Medio
Jovialidad Baja
Nivel de energía Baja
Adiestrabilidad Medio
Inteligencia Medio
Tendencia a ladrar Baja
Pérdida de pelo Baja

Historia del Mastín Napolitano

 

Las imágenes y narraciones del Mastín napolitano se remontan a la friolera del año 700 AC. De hecho, Alejandro Magno cruzó sus famosos perros gigantes de guerra con otras razas de perros indios para crear los perros molosos, nombre con que se conoce a los perros de constitución musculosa, mandíbulas fuertes, cabeza grande y hocico corto, para sus batallas.

Los romanos tomarían nota y adaptarían a los molosos a la caza y al combate, eventualmente cruzándolos con otras razas grandes para crear un perro más gran e intimidante: el mastino.

El objetivo era desarrollar un perro grande con piel suelta y pelaje suave, que fuera más amigable y familiar que los mastinos, pero sin perder sus cualidades de guarda y protección. El resultado es la raza que hoy conocemos como Mastín napolitano, que las legiones romanas extenderían por toda Europa.

El perro se volvería rápidamente un tesoro patrimonial, y acapararon todas las miradas de la primera muestra canina en Nápoles, en 1946. Durante la segunda mitad de siglo se extendió por Europa. La FCI lo reconoce en 1956, y llega a Estados Unidos poco después, aunque no es reconocido por el American Kennel Club hasta el año 2004.

 

 

Cuidado

 

Aunque los Mastines napolitanos sean incondicionales del sofá, es importante sacarlos a pasear al menos dos veces al día. No porque requieran altas dosis de ejercicio, sino para asegurar un peso correcto y mantener sus articulaciones en buena salud.

Cuando son cachorros, los Mastines napolitanos son muy activos y juguetones, y hay que saber cuándo pararlos. El gran tamaño de sus huesos puede dañar sus articulaciones si su cuerpo no está totalmente desarrollado. Para ello, se debe limitar cuánto corre y salta, y asegurarse de que no suba escaleras, ni en exceso ni muy rápido.

Su doble manto de pelo también lo hace vulnerable al calor, y es importante reducir la intensidad del juego antes de que se canse. No es un perro que peleche excesivamente, pero cepillarlo un par de veces por semana mantendrá la cantidad de pelo suelto controlada, y su manto limpio y lustroso.

No requiere un baño frecuente, aunque sí un secado intensivo cuando se lo des. Especialmente importante es limpiar sus arrugas y orejas con frecuencia para eliminar la suciedad. Y también revisar y recortar sus uñas aunque, por su tamaño, las desgasten naturalmente.

Un perro tan grande, fuerte y poderoso necesita adiestramiento y socialización integral para que se acostumbre a cuantas más personas, situaciones y perros, mejor. De lo contrario, su desconfianza a los extraños puede causar situaciones desagradables.

Por último, no son perros que responden bien al refuerzo negativo. Más bien, necesitan que se reconozca su buen comportamiento con premios, en sus primeras etapas de educación, y mucho cariño.

 

Problemas de salud y enfermedades

 

Dilatación y vólvulo gástrico (Torsión gástrica). Frecuente sobre todo en perros grandes, se produce cuando una gran ingesta o acumulación de gases en el estómago provoca el giro del intestino y la interrupción del riego sanguíneo. Es mortal si no se trata inmediatamente.

Displasia de cadera. Enfermedad ósea, hereditaria y degenerativa que aparece durante el desarrollo de la pelvis, y que hace que la cabeza del fémur no encaje correctamente en la cadera.

Artritis.