Pekinés

Criado para la vida de la realeza en los palacios del Imperio Chino, el Pekinés es un perro independiente y a la vez un cariñoso compañero capaz de quedarse en casa, sobre el regazo de su propietario. Sin embargo, es mucho más fuerte y temerario de lo que su tamaño podría sugerir.

Entre las características preferidas de los pequineses están su personalidad social, amistosa y afectuosa, y sus andares llenos de dignidad y seguridad. Se trata de una raza extremadamente leal e inteligente que desarrolla un fuerte vínculo con su familia.
Sin embargo, puede no ser la mejor raza para familias con niño, porque no son muy activos en el juego y porque pueden ser defensivos ante un manejo brusco.

El Pekinés pertenece al Grupo IX – Perros de compañía

 

Características físicas:

 

Características Descripción
Cuerpo Corto y robusto y equilibrado, con cintura marcada.
Cabeza Grande, ancha y aplanada a la altura de sus orejas colgantes.
Pelo Largo, grueso y de doble capa, de color que varía entre dorado, beige, rojizo, gris y negro.
Altura 15 – 23 cm
Peso 3,2 – 6,5 kg
Esperanza de vida 12 – 15 años

Características psíquicas:

 

Características Descripción
Afección Alta (Con una correcta socialización)
Amigabilidad Alta (Con una correcta socialización)
Amigo de los niños Media (Mejorable con una correcta socialización)
Amigo de otros animales Media (Mejorable con una correcta socialización)
Necesidad de ejercicio Baja
Jovialidad Media
Nivel de energía Media
Adiestrabilidad Baja
Inteligencia Alta
Tendencia a ladrar Media
Pérdida de pelo Alta

Historia del Pekinés

 

El Pekinés es una de las muchas razas creadas para las clases nobles de la Antigua China. De hecho, cuenta la leyenda que el pequinés es una creación de Buda, a partir de un león encogido.

Otra pieza folklórica cuenta que, para que un león pudiese contraer matrimonio con un mono tití, tuvo que rogarle a Ah Chu, patrón de los animales, que lo redujese a su tamaño, pero conservando su corazón y su carácter. Se llamó a la descendencia de esa unión Fu Lin, “el perro león de China”. A lo largo de la historia, los pequineses han sido considerados perros leones, perros del sol, e incluso “perros de manga”, ya que podían ser llevados en las anchas mangas de las casas imperiales.

Con una historia tan larga como la china, el folklore y la mitología que rodean a la raza, sus verdaderos orígenes siguen siendo un misterio. Pero los expertos creen que el Pekinés es una variación en miniatura de perros más grandes. El registro más antiguo de que se dispone se remonta a la dinastía Tang, en el siglo VIII, y en él se destacaba la lealtad del perro y su dignidad al andar.

La nobleza china era conocida por criar perros de morro chato durante siglos, como los pequineses, los Shih tzu y los Carlinos. Estos perros eran tratados como realeza, e incluso tenían sirvientes para atender cualquier necesidad que pudieran tener. Tal vez de ahí viene su carácter tozudo e independiente. Estos perros sagrados eran símbolo de pureza, y robar uno se castigaba con la muerte.

Occidente

Los pequineses llegaron al mundo occidental en 1860, cuando las tropas inglesas invadieron Pekín durante las Guerras del Opio. La familia real decidió matar a todos los ejemplares ante el previsible saqueo del palacio de verano del emperador, antes de verlos en manos enemigas.

Un capitán inglés encontró cinco ejemplares que habían sobrevivido al suicidio de una tía del emperador, y los llevó como presente a la reina Victoria. La raza creció rápidamente en popularidad, y tener un Pekinés se volvió un elemento de distinción social.
En 1894 se vio el primer Pekinés expuesto en una muestra canina en Inglaterra, bajo el nombre de Pug chino o Spaniel Pekinés. Poco después llegaría a Estados Unidos, donde el American Kennel Club lo reconocería 1906, 3 años antes de que lo hiciera el Kennel Club inglés. La FCI, por el contrario, no lo haría hasta 1966.

 

 

Cuidado

 

Este perro robusto y compacto es conocido por su melena de león, y su pelaje requiere un cuidado bastante intensivo. Más largo en el cuello y los hombros, el grueso doble manto de los pequineses necesita un buen cepillado semanal para eliminar el pelo muerto y reducir su pelecho, así como un baño de vez en cuando. Mantener su pelaje corto es una estrategia muy usada para reducir la frecuencia.

Especial atención tendrás que poner en las arrugas de su cara, ya que en ellas se puede acumular suciedad y eso derivará en irritación e infecciones. Tampoco olvides recortar sus uñas con frecuencia para asegurar su comodidad al andar, y revisar sus orejas para prevenir infecciones.

Criados como perros de compañía. para el entretenimiento y la diversión de sus propietarios, los pequineses no necesitan grandes dosis de ejercicio y se adaptan perfectamente a la vida en un apartamento. Eso, sin embargo, no significa que no disfruten de los juegos y deportes caninos. Eso sí, van a su ritmo.

Paseos

Sus paseos deben tener un ritmo tranquilo, y nunca en altas temperaturas. Como perros braquicefálicos, tienen problemas para regular su temperatura a mediante el jadeo y la respiración, y son propensos a los golpes de calor.

Por lo mismo, deberás procurarle un espacio interior fresco y ventilado.
Los pequineses son perros de palacio, y tienen un carácter muy independiente. Eso puede poner dificultades para captar su atención y adiestrarlo correctamente. De hecho, no responden nada bien a la intimidación y al miedo. Así, solo se logrará un perro defensivo, o incluso agresivo.

Social

Es una raza muy efectiva como perro de guarda: siempre está alerta, aunque no tenga tendencia a ladrar mucho. Sin embargo, siempre encontrará la forma de hacerte saber la presencia de intrusos.

Su socialización será muy importante para asegurar que se lleve bien con otros animales y con personas, ya que prefieren relacionarse con humanos (y con otros pequineses).

 

Problemas de salud y enfermedades

 

Alergias y problemas de piel


Síndrome braquicefálico
: anormalidad respiratoria hereditaria, causada por una obstrucción del flujo de aire en perros braquicéfalos.

Dermatitis: Irritación cutánea que aparece especialmente en zonas rugosas.

Problemas oculares que pueden aparecer por causa de su corto hocico, que mantiene sus ojos redondos y saltones poco protegidos.